Dos en uno

¿Qué es la intimidad? Es el espacio habilitado para el secreto, el lugar cerrado donde nacen las confidencias, el reservado donde caen los velos porque nadie mira.

Dos que se aman, cuando están en intimidad, se miran y pronuncian en voz baja palabras que no dirían si supieran que los escuchan. Lo hacen porque están el uno frente al otro, cara a cara, y a solas.

Pero ¿puede alcanzarse una intimidad mayor? Mayor que la del uno frente al otro y a solas…

El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Cuando comulgo, y la carne de Cristo se une a la mía para formar un solo cuerpo, su Espíritu entra en mi alma y se queda allí a vivir. Y mi alma se introduce en la llaga del costado, se refugia allí como el ermitaño en su gruta, y decide habitar en esa cueva sin jamás salir.

Entonces no estamos frente a frente. Él está en mí, y yo estoy en Él. Él es mi invasor y yo lo he conquistado. Ya no hacen falta palabras. Es un tacto suave. Y esas confidencias jamás podrían los labios expresarlas. Dos en uno.

(TP03V)