Cuando parece que está lejos

No hay que tener miedo a hacerse preguntas ante las palabras misteriosas de Jesús. Todas tienen respuesta, aunque no todas podamos entenderlas por igual. Por ejemplo:

En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. Hace dos mil años que Cristo pronunció ese discurso en que anunciaba el fin de todo lo creado. La generación que las escuchó ha pasado. Y ese final no ha llegado todavía. ¿Se equivocaba el Señor? ¿O acaso, tras ascender al cielo, cambió de opinión y aplazó el cumplimiento de esa profecía?

Ni lo uno, ni lo otro. El fin del mundo no es un estallido repentino. Aunque el día de su culminación, cuando Cristo vuelva, nos está oculto, el fin del mundo está sucediendo cada día. Guerras, catástrofes, persecuciones… Quienes escuchaban a Jesús lo sufrieron en sus carnes, y también las siguientes generaciones, hasta la nuestra.

Cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Las estamos viendo. Y, frente a lo que muchos piensan, esos signos no indican que Dios está lejos, sino que está cerca. Que todo pasa, y sólo Él permanece. Que sólo en Él encontraremos apoyo seguro. No dejes la oración.

(TOP34V)