¿Aún no tenéis fe?

Se llama angustia. Es la sensación de no hacer pie, de que todo se mueve a tu alrededor y la tormenta te engulle, de que llamas al cielo y no hay respuesta, porque Dios duerme. Y sientes que te falta el aire, que te ahogas sin remedio en la muerte, en la nada…

¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?

Si tuviéramos fe, no temeríamos nada, salvo al pecado, que nos aparta de Dios.

Si tuviéramos fe, sabríamos que incluso dormido, incluso muerto y encerrado en un sepulcro, Cristo gobierna el Cosmos y reina sobre la Historia.

Si tuviéramos fe, descubriríamos que, también cuando calla, especialmente cuando calla, Cristo está hablando. Él es el Verbo.

Si tuviéramos fe, sabríamos escuchar sus silencios y postrarnos ante su sepulcro, como la Virgen, porque es sábado, y el corazón de la madre está arrodillado ante la sepultura del Hijo.

Si tuviéramos fe, no despertaríamos al Amor. No despertéis, no desveléis al amor, hasta que le plazca (Ct 2, 7).

Es decir, hasta mañana. Mañana será domingo. Mañana será verdad lo que sucedió en el Lago: El viento cesó y vino una gran calma.

Si tuviéramos fe, también nosotros dormiríamos. Todo va bien.

(TOI03S)