Ama como Yo te amo

Ni se puede pedir pan al miserable, ni se puede pedir amor a quien no es amado. Nadie puede dar lo que no tiene. En tiempos de Moisés, el Amor de Dios aún no había sido infundido en los corazones de los hombres por la gracia, y no recibían los hijos de Adán más amor que el que les daban sus semejantes.

Habéis oído que se dijo: «“Amarás a tu prójimo” y aborrecerás a tu enemigo». Es decir: «Ama como eres amado», ama a quien te ama, no trates mal a quien te quiere.

La Ley no podía pedir más entonces. Pero a nosotros, en el Calvario, se nos ha entregado un mandamiento nuevo, un Amor brotado del costado de Cristo que traspasa nuestros pecados e infidelidades y nos hace ser amados de forma incondicional. Desde la Cruz, Jesús me dice: «Aunque me traiciones, te amo. Aunque me escupas, te amo. Aunque me crucifiques, te amo». Esos brazos abiertos de Cristo sobre el Leño lo están para todo hombre.

Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen. Ofendiste a Cristo, y Él te amó. Recibe ese Amor, y ama como eres amado: incondicionalmente.

(TC01S)