¿Sabéis que hoy es uno de los días del año en que menos gente viene a misa? Tal como os lo cuento. Los niños están abriendo sus regalos, los padres encantados viendo disfrutar a los peques, los abuelos llegan por la mañana con más regalos, hay que salir a comer a casa de los tíos para abrir los regalos que nos han dejado allí, y el día se pasa se pasa sin tiempo para ir a la iglesia. Por lo mismo, la fiesta del Bautismo del Señor es uno de los días en que más gente se confiesa: «Ay, padre, que no fui a misa el día de Reyes».
Total, que todo al revés. En un día como éste, millones de reyes magos, saliendo de sus casas, deberían llenar las calles camino de Belén, es decir, del templo, para presentar allí su homenaje de adoración al Dios recién nacido.
Si por tu casa han pasado esta noche los verdaderos Reyes Magos, necesariamente habrán dejado un regalo al Niño Dios. Cógelo, súbete al camello, y ven con él a la Iglesia. Después, cuando el sacerdote consagre, cae de rodillas y adóralo, porque, para el Niño Jesús, el mejor regalo eres tú.
(0601)