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24 diciembre, 2022 – Espiritualidad digital

El Verbo se hizo niño

Muchos hombres no saben lo que están celebrando hoy. Desde luego, cenaron ayer con los suyos, y quizás hoy despierten con resaca. Pero no les preguntes qué festejan en Navidad, porque ya no lo saben. La celebración se ha comido al misterio, como si una caja devorase el regalo que contiene, para acaparar así todo el protagonismo. No permitas que eso te suceda. Abre los ojos, contempla, y dime qué estás celebrando.

El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Estás celebrando al Enmanuel, al «Dios con nosotros». Estás proclamando, con tu alegría, que Dios ha saltado de su trono real y, de un brinco que dejó atónitos a los ángeles, ha irrumpido en nuestra Historia y se encuentra a tu lado. Míralo en Belén, hecho un niño por Amor.

Tan cerca está de ti, tan pegado a tu aliento, que no podrás volver a pensar que Dios no te escucha. Si acaso, podrás preguntarte si te entiende, porque los niños no entienden el lenguaje de los mayores. Tendrás que abajarte ahora tú, olvidar que aprendiste a hablar, y recuperar el lenguaje de los niños: se miran, se tocan, se besan, se sonríen, gimen… Así te entenderá.

¡Feliz Navidad!

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“Evangelio

El primer ventrílocuo de la Historia

Tras nueve meses de silencio, rompe a hablar Zacarías. Ha escuchado a Dios, y ahora es vidente de lo invisible. Su voz nace en el fondo mismo de un alma llena de asombro ante las maravillas del Altísimo:

Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. Estas palabras no están referidas a Juan, su hijo. Juan no redimió a nadie, y no era él quien visitaba a su pueblo, sino quien anunció la visita. Pero Zacarías, cuya alma se ha abierto al misterio, proclama en voz alta lo que el niño aún no puede anunciar. Es el primer ventrílocuo de la Historia. Por sus labios está hablando el Bautista.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte. ¡Cuánta esperanza se encierra en estas palabras! A quienes vivimos en tinieblas, esta noche nos visitará el sol; cuando el astro se haya ocultado, y las sombras que cubren la tierra cobijen bajo su velo a las criaturas, el verdadero sol, el nacido de lo alto, llenará de luz las almas abiertas a la fe.

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“Evangelio

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