Nos enseña la teología que la revelación concluye con la muerte del último apóstol. Así pues, desde que san Juan murió, podemos decir que Dios ya ha dicho todo lo que tenía que decir al mundo, y que nos lo ha dicho en su Hijo Jesús.
Muchas cosas me quedan por deciros… Sorprende, entonces, que el Señor hiciera esta declaración horas antes de morir. ¿Qué son esas muchas cosas que Jesús no dijo durante su vida mortal? ¿Podemos llegar a conocerlas?
Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Si Jesús dejó pendientes muchas cosas por decir, es porque esas muchas cosas no caben en palabras humanas. Son silencios de Amor, de vida y de verdad. No es el Hijo encarnado quien puede pronunciarlas, sino el Espíritu quien las anuncia en su silencio.
No. No todos pueden recibirlas. Sólo pueden recibir esa noticia quienes aman el silencio, escuchan el silencio y habitan el silencio. En esas almas escogidas imprime el Paráclito la noticia del Amor.
Mañana comienza el decenario al Espíritu Santo. Busca el silencio en estos días. Escucha a Dios.
(TP06X)